Temporada 3 Capitulo 22

   1.       Caption traducida

2.       Fisica Cuantica TG

3.       Historia traducida  

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Capitulo 22

Todos los proyectos estaban parados a causa del sabotaje, lo cual significaba que esa noche nadie tenía que entrar en el laboratorio. Isabella estaba preocupada por si alguien quería 'contratar' sus servicios, por lo que se mantuvo alejada de las zonas donde había más gente y se limitaba a pasear cerca del laboratorio cuántico. No sabía cuánto tiempo tendría que esperar y estaba nerviosa, ya que muchas cosas podían salir mal. Quizá por eso tenía la sensación de que alguien, a lo lejos, la estaba vigilando; sin embargo, cuando se giraba, no veía nada sospechoso. Esa noche había poca gente en la calle: los pocos que había eran trabajadores que entraban o salían de los edificios. Isabella estaba comenzando a sentir frío con tan poca ropa, así que decidió seguir caminando.

Finalmente llego un coche que entro en el aparcamiento del laboratorio cuántico, Isabella ya se había fijado que el guarda de seguridad, aunque no estaba dormido, se limitaba a quedarse en la garita leyendo una revista, por eso, Isabella se agacho y se arriesgó a entrar andando en el aparcamiento, si el guardia hubiese mirado fuera de la garita, la habría descubierto pero tuvo suerte que al estar vacío el laboratorio cuantico, el guardia estaba mas relajado leyendo la revista.

Cuando entró, se dio cuenta de que no tenía idea de adónde había ido el hombre del coche que había llegado antes, y que tenía poco tiempo, porque, si había cámaras de seguridad, podrían descubrirla. No tenía pensado entrar en el laboratorio, ya que no formaba parte del plan, pero al ver el coche, entendió que, si los chinos solo enviaban a un trabajador corrupto a buscar la supuesta copia de seguridad, el plan podía fracasar. Por suerte para ella, había algunos letreros en la entrada, y, siguiendo el camino hacia el departamento de informática, vio una luz a lo lejos. Antes de acercarse, tuvo la precaución de encender su móvil y activar la grabadora de voz. Sin embargo, se llevó una gran sorpresa al entrar en el laboratorio y no ver a nadie. Confundida por la ausencia de personas, estaba a punto de salir cuando un hombre armado con una pistola entró

—Vaya, así que tú eres el motivo por el que he tenido que venir al laboratorio —le dijo el hombre.

—¿Trabajas para los chinos? —preguntó Isabella.

—Ni lo sé, ni me importa. Solo sé que pagan mucho dinero —respondió el trabajador.

—¿Estás buscando el USB con la copia de seguridad? —preguntó Isabella.

—No te hagas la tonta, que ya sé que no existe el USB. Hace una hora, mi contacto me llamó diciendo que quizá había un USB con una copia de seguridad. Yo les dije que era imposible; no había ningún motivo para que alguien guardara una copia de seguridad en un USB, pero no me creyeron y me mandaron a confirmar que todo era una mentira —le explicó el hombre.

—Y supongo que fuiste tú el encargado del sabotaje —dijo Isabella.

—Así es. Me pasaron un USB con el virus informático, y solo tuve que conectarlo a un puerto de mi ordenador. Pero olvídate de atraparme, porque cuando regresaba del baño vi en el pasillo cómo activabas la grabadora del móvil. Me temo que tendré que matarte —le dijo el hombre.

Isabella tenía mucho miedo; no quería morir, pero sabía que debía aprovechar cualquier oportunidad para distraer al hombre. Desde que era mujer, se había vuelto más sensible a las miradas de los hombres, y era evidente que aquel también se había fijado en su cuerpo. Por eso, metió el móvil en el pequeño bolso que llevaba y, lentamente, se agachó para dejar el bolso en el suelo, asegurándose de que el hombre tuviera una buena vista de sus pechos. Cuando volvió a mirarlo, parecía que la estrategia había funcionado.

—Sabes, antes de matarte quizá podría divertirme un poco. Eres una mujer muy hermosa; te mataré igualmente, pero antes quiero que me hagas un striptease —dijo el hombre.

En ese momento, Isabella haría cualquier cosa que le permitiera seguir unos minutos más con vida. Por ese motivo, empezó a quitarse la ropa lentamente y de la forma más sensual posible. Era curioso que hasta ahora nunca hubiera hecho un striptease, seguramente porque Filippo la había visto tantas veces desnuda que debía conocer su cuerpo de memoria. Pero Isabella se prometió que, si salía con vida de esta, practicaría el striptease con Filippo, porque de momento no le estaba saliendo muy bien, seguramente por lo nerviosa que estaba. Sin embargo, el hombre estaba completamente concentrado en disfrutar del cuerpo desnudo de Isabella.

whatever2323's Switching Stories

31 de octubre de 2021

https://2323switchingstories.blogspot.com/2021/10/a-different-kind-of-vampire.html

—Oh, sí, ahora sí que es así —dijo Asatre con su nueva voz mientras ahuecaba sus pechos desnudos, sintiendo los toques finales mientras su nuevo cuerpo terminaba de cambiar—. Han pasado unos cuantos cientos de años desde que fui una niña. En aquel entonces no se veían así.

—¿Qué... qué eres? —dijo Vivian, en el suelo sangrando. Su cuerpo ahora era una viva imagen del chico con el que Asatre había estado para seducirla.

Asatre se agachó, limpió un poco de la sangre de Vivian de los costados de su boca con sus dedos y luego los chupó hasta dejarlos limpios.

—Lo siento, cariño, bueno, no, en realidad no lo soy. Hago esto para sobrevivir y también porque es divertido y muy jodidamente caliente.

Asatre deslizó una mano hacia abajo y comenzó a frotar su nuevo coño. Vivian lo miró mientras se masturbaba, llegando pronto a una explosión de placer cuando tuvo su orgasmo en un cuerpo femenino. —¡Dios mío! ¡No sabía que las chicas se sintieran así! Probablemente me hubiera quedado en ese otro cuerpo hace años si hubiera sabido que todos ustedes podían sentirse así. Joder, definitivamente me quedaré en tu cuerpo por un buen rato. ¡Sé cómo elegirlas! —dijo, lamiéndose los dedos otra vez y saboreando la dulce salinidad del coño de Vivian.

—¿Por qué estás haciendo esto? —dijo Vivian con su voz masculina, apenas luchando por hablar ahora.

—Bueno, supongo que como vas a morir de todos modos, probablemente debería decírtelo —dijo Asatre, poniéndose la blusa de Vivian y masajeándose un poco los senos mientras lo hacía. Pellizcando su pezón y provocando una descarga de electricidad que lo recorrió, haciéndole soltar un chillido femenino.

"Soy un vampiro, pero no uno tradicional, como habrás podido notar. Cuando le drenamos la sangre a mi víctima por completo, cambio de cuerpo con ella. Ella, o mi último cuerpo en este caso, y yo me convierto en ella. ¡Nuestros cuerpos se transforman completamente en el otro! ¿El tipo con el que vas a morir, Ryan? He sido él desde que tenía 3 años. En el momento en que lo vi, supe que iba a resultar un tipo muy atractivo. Así que supe que tenía que tenerlo para mi propia diversión, ¿y tú? Bueno, básicamente lo mismo, excepto que yo también necesitaba un nuevo cuerpo. La vida de Ryan se estaba volviendo aburrida. Yo necesitaba un nuevo tipo de diversión".

"Por favor, no me dejes morir. ¡Haré lo que sea!", intentó gritar Vivian.

—Mira, ¿era Vivian? No puedo hacer eso, cariño. Aunque quisiera. Así es como funciona esto. Fui mujer una vez. Así fue como descubrí mi poder, lo odié, así que seguí adelante. Las mujeres en mi época no tenían los privilegios y ciertamente no podían vestirse así. Nunca llegaron a experimentar lo que siente el otro lado también. Ya me está gustando. Hasta pronto.

Asatre luego salió de la habitación y regresó a la fiesta. Buscando una nueva víctima, esta vez, no les drenaría toda la sangre. Aunque pensó que se permitiría comer algo de alguien. Halloween era la mejor época del año para que él se escapara con algo de buena comida. Especialmente en un cuerpo como este, a algunas les gustaba el tipo de cosas que él podía proporcionar.

Asatre divisó a una policía sexy en medio de un grupo de chicas. Su cuerpo se iluminó, excitándose ante la idea del sexo lésbico. Asatre se subió los pechos y se acercó a buscar un bocadillo nocturno.